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La guerra interna entre Ayuso y Almeida que el PP intenta desactivar

Oficialmente no ha estallado y no es abierta, pero la guerra por controlar el PP de Madrid está latente, y desde Génova intentan desactivarla antes de que se convierta en un problema orgánico.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, se conocen desde hace décadas, desde que militaban juntos en las Nuevas Generaciones del PP. El momento político culminante para ambos sucedió en 2019, cuando una llegó a la Presidencia regional y el otro a la Alcaldía municipal.

Movimientos para controlar el partido

Para Génova aquel doblete fue un alivio, el PP nacional había sido castigado en las generales de abril —después hubo que repetirlas en noviembre—, y luchaba por marcar y defender su espacio político frente a Vox.

Sin embargo, desde que se estableció el tándem ‘popular’ en Comunidad y Ayuntamiento, tanto Ayuso como Almeida han estado maniobrando internamente para intentar hacerse con el control del PP madrileño.

El problema, tal y como insisten fuentes del partido, son “los entornos”, sobre todo el de Ayuso. A pesar de que la presidenta es una apuesta personal de Pablo Casado, hay ciertos colaboradores que despiertan inquietud en Génova 13.

Las mayores suspicacias las despierta el jefe de Gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, del que sospechan que está intentando preparar el perfil de la presidenta para dar el salto al PP nacional, y disputarle el liderazgo del partido al propio Casado.

Por su parte, desde Cibeles, Almeida lleva varios meses haciendo maniobras orgánicas para posicionarse lo mejor posible de cara al próximo Congreso del PP de la Comunidad de Madrid, donde se repartirán liderazgos.

En concreto, el alcalde de Madrid se está encargando de poner a personas afines al frente de varias agrupaciones de distritos y del PP de distintos pueblos de la Comunidad. Para esta estrategia se está valiendo de dos de sus hombres de confianza, su mano derecha, Ángel Carromero, y el presidente del comité electoral del PP de Madrid, David Erguido.

Génova trabaja en una tercera opción

Aunque Almeida está completamente alineado con el núcleo del PP nacional, Casado teme que una lucha por el poder autonómico con Ayuso desestabilice al partido. Por eso, se está buscando una tercera vía, para que ni la presidenta ni el alcalde lleguen a presidir el PP madrileño.

Uno de los principales anhelos de Almeida es entrar en el control de las listas electorales para la Comunidad. Dichas listas se realizan en la dirección del PP de Madrid, por eso Almeida pretende que la secretaria general, Ana Camins, llegue a la Presidencia del PP madrileño, para que la confección de las listas electorales no esté únicamente en manos de Ayuso.

Precisamente lo que se desconoce son las intenciones de Ayuso. Durante los últimos meses se le ha preguntado acerca de esta hipotética guerra interna por el control del PP regional, pero siempre ha evadido el tema sin hacer ninguna declaración.

El único movimiento desde el entorno de la presidencia llegó el pasado noviembre, cuando Ayuso colocó al frente de las vicesecretarías de Comunicación y Sectorial, a dos de sus afines: Almudena Negro y Ana Millán.

Congelado el Congreso Regional

De momento, Génova pretende que ese choque entre Ayuso y Almeida nunca se llegue a producir pero, si ocurriese, quiere que tenga lugar lo más tarde posible. Por eso, en septiembre de 2019, la dirección nacional del partido anunció que postergaba el Congreso Regional hasta finales de ese año para después, en enero de 2020 retrasarlo de nuevo hasta finales de 2021.

Una gestora lleva haciéndose cargo del PP de Madrid desde 2018, cuando la entonces presidenta, Cristina Cifuentes, dimitió por el escándalo de su máster presuntamente falso.

Almeida está ‘cómodo’

Sobre este respecto se ha pronunciado Martínez Almeida este lunes en una entrevista en RNE, donde ha negado que Génova esté enfriando el Congreso del PP madrileño.

En la misma intervención, Almeida ha asegurado sentirse “cómodo” con la actual división del PP, donde se diferencia entre cargos institucionales y cargos orgánicos. Así, ha remarcado que tanto él como Ayuso están centrados únicamente en sus responsabilidades institucionales como alcalde y presidenta respectivamente.

Almeida también ha negado los supuestos desencuentros con Ayuso, insistiendo en que su relación es buena, y confesando que hablan todas las semanas y que, incluso, van a comer juntos este lunes.

El alcalde ha aseverado que en ningún momento ha hablado con la presidenta, ni con Pablo Casado, sobre la posible ruptura orgánica en el PP madrileño; y se ha referido a las próximas primarias diciendo que “la mejor decisión será la que tomen los afiliados en el sistema de primarias que tenemos en el PP”.