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La ONU pide que se restablezca “inmediatamente” la electricidad en la Cañada Real

Un grupo de expertos en derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ha solicitado que se restablezca “de inmediato” el suministro eléctrico en las viviendas afectadas desde hace meses por los cortes de luz en la Cañada Real.

El organismo asegura que la privación de suministro “pone en peligro” la salud de casi 2.000 menores, ya que la falta de energía eléctrica los expone a las exigencias climáticas del invierno: “Los niños y niñas de la Cañada Real Galiana están sufriendo unas condiciones de vida extremadamente difíciles, y su salud está en grave peligro”, han declarado los expertos.

Tres meses sin electricidad

El pasado 2 de octubre se produjo el último corte de energía, que afecta a casi 5.000 personas. Los sectores 5 y 6 de la Cañada son los más afectados, allí viven en torno a 8.000 vecinos en una superficie de 16km de ancho y menos de 100 metros de ancho desde hace más de 40 años.

La ONU ha mostrado especial inquietud por los menores de la zona: “Las temperaturas en Madrid continúan bajando, y al menos un bebé ya fue llevado al hospital con síntomas de hipotermia”. Según aseguran, “sin electricidad, no hay calefacción ni agua caliente en las casas, lo que significa que los niños y niñas no pueden ducharse ni lavarse adecuadamente”, algo que se agrava con la pandemia de Covid.

Desde el organismo internacional han puesto énfasis en los colectivos especialmente vulnerables. Las personas que utilizan sillas de ruedas, dicen, no pueden cargar sus baterías, los niños con diabetes no pueden conservar su insulina a una temperatura adecuada. “La falta de electricidad no sólo viola el derecho de la infancia a una vivienda adecuada, sino que tiene un efecto muy grave en sus derechos a la salud, a la alimentación, al agua, al saneamiento y a la educación”, han remarcado los expertos.

Los menores escolarizados carecen de luz para hacer los deberes y tampoco pueden utilizar Internet para seguir las clases, ahora que la pandemia ha provocado que parte de la enseñanza se haga a distancia. “Sin una acción decidida para remediar inmediatamente esta situación, el rezago educativo de los niños y niñas que viven en Cañada Real va a empeorar aún más”, han insistido.

Contra los estigmas

Desde el organismo internacional también han criticado a las autoridades de la Comunidad de Madrid que insistieron en culpar de los cortes de luz al consumo excesivo de supuestas plantaciones de marihuana, dando a entender que quienes viven en la cañada son adictos y delincuentes.

Los expertos han pedido a esos representantes públicos “que dejen de estigmatizar a las personas inmigrantes, a los miembros de la minoría romaní y a las personas que viven en la pobreza”, porque esas personas “necesitan urgentemente el apoyo del Gobierno para lograr unas condiciones de vida adecuadas, y no ataques verbales que provoquen la hostilidad pública”.