La nochebuena en la que Madrid ardió y otras historias de la navidad madrileña

Cuando llega la navidad, Madrid se transforma. Numerosos madrileños recorren sus calles admirando su alumbrado. Pasean por la Plaza Mayor en busca de la figurita del Belén que les faltaba. Se pasan por San Ginés a tomar chocolate con churros y desean que El Gordo sea el número de lotería que compraron en Doña Manolita.

Las tradiciones locales que se repiten en estos días son varias. Repasemos cuáles son las más importantes para los madrileños, recordando cómo han sido las navidades en Madrid a lo largo de los años.

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De los pavos a los sombreros, así es el mercadillo navideño de la Plaza Mayor

Puesto navideño de artículos de broma | Mercadillo navideño de la Plaza Mayor de Madrid

Las restricciones por la pandemia han hecho que este tradicional mercadillo haya tenido que mermar su tamaño. Sin embargo, allí sigue impasible, a la espera de aquellos curiosos que van a la búsqueda de la última pieza que le falta a su Belén para que esté completo.

En los últimos años es tradicional ver la Plaza Mayor llena de gente que porta en sus cabezas un peculiar atuendo. Los gorritos de innumerables modelos se han popularizado tanto que es imposible pasear por la zona y no ver a múltiples visitantes de todas las edades desafiando a la vergüenza con ellos puestos.

Si nos remontamos a los orígenes, el mercado de navidad de la Plaza Mayor se inicia en el siglo XVII. En aquel tiempo, se comenzó a popularizar un mercadillo navideño en la plaza de Santa Cruz, justo delante del actual Ministerio de Exteriores.

Entonces solo se vendían alimentos para elaborar la cena de navidad. Entre los más famosos estaban los pavos, que darían lugar a una de las estampas más tradicionales de la navidad madrileña: las vendedoras de pavos de la Plaza Mayor.

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Vendedora de pavos en la plaza Santa Cruz (1925) | Alfonso Sánchez Portela

Este mercadillo se fue extendiendo por los aledaños, hasta que en 1860 el Ayuntamiento de Madrid decidió trasladarlo definitivamente a su ubicación actual, en plena Plaza Mayor. Desde entonces, la única vez que se ha suspendido fue durante la Guerra Civil, debido a las dificultades que vivía en aquel momento el pueblo de Madrid.

Este año, ni siquiera la pandemia ha podido con él. Aunque con restricciones, se puede visitar los puestos del mercadillo de navidad de la Plaza Mayor que ha reducido los puestos en un 50% para poder ampliar la distancia entre los mismos.