Roscones con fruta escarchada, rellenos de nata o trufa, especiados, con frutos secos, plagados de azúcar nieve y hasta con un toque de ron o whisky. Los roscones de Reyes son como los colores, hay para todos los gustos.
También son el broche gastronómico que pone fin a la Navidad. O lo eran. Porque a día de hoy, a pesar de seguir siendo típicos de la festividad de Reyes, se empiezan a ver antes de que lleguen las primeras comidas familiares.
De cualquier forma, lo que cada vez se vuelve más necesario es encargarlos con antelación. Sobre todo, en los pequeños obradores artesanales como los que os vamos a dejar a continuación.
Pero no sufras, porque estos lugares siguen unas semanas después haciendo roscones de Reyes. ¡Te pondrás las botas!
La Duquesita
Oriol Balaguer ha revolucionado Madrid. El chef pastelero catalán no para de cosechar premios con sus cruasanes y sus deliciosos panettones y, por supuesto, no iba a dejar al margen un bollo tan codiciado como el roscón.
Balaguer nos seduce con la delicadeza de una finísima masa de brioche, que nos deja ese fabuloso sabor a mantequilla tan presente en sus creaciones. Además, podrás disfrutar de un delicado sabor a ralladura de naranja.
Lo decoran con azúcar y frutas confitadas, según la tradición más popular, o simplemente con azúcar y almendra. Lo venden sin relleno, relleno de crema tostada o relleno de nata, para los más golosos.
Es imprescindible encargarlo con antelación, ya que hay lista de espera. El roscón de 500 gramos, cuesta 26€. El kilo sale por 56€.
Se localiza en la calle de Fernando VI nº2, muy próxima a las estaciones de Alonso Martínez y Tribunal.
