La primera gran estación terminal de Madrid cumple 140 años de historia. La estación de Delicias se ubica en el distrito de Arganzuela y para celebrar su aniversario, el Museo del Ferrocarril de Madrid en colaboración con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Renfe, Adif y el Ayuntamiento de Madrid, ha organizado la exposición ‘Madrid-Delicias. 140 años de una estación‘.
La exposición será de manera virtual debido a la pandemia pero espera abrirse al público de manera presencial en 2021. La exposición es un autentico viaje por la historia ferroviaria de nuestra ciudad que podremos vivir desde nuestras casas.
La muestra se divide en 15 paneles. Los primeros dedicados a la Delicias pre-ferroviaria y a la construcción del proyecto. Después, se rememora la inauguración de la misma, la evolución de las líneas de trenes y también se dedica un capítulo a los ferroviarios que fueron el alma de la estación. Posteriormente, los paneles nos muestran como era la vida en el barrio obrero de Delicias, lugar donde se ubica la estación. La exposición concluye sobre los nuevos usos de la terminal que se ha convertido en el museo de ferrocarril y en un escenario dedicado al arte, la tituratura y el cine.
140 años siendo escenario y testigo de la historia ferroviaria
La estación de Delicias fue inaugurada el 30 de marzo de 1880 por Alfonso XII y María Cristina. Nació bajo la denominación de estación de Ciudad Real ya que el primer tren que salió de la terminal madrileña conectaba la ciudad de Madrid con Ciudad Real. Esta estación de trenes fue la primera estación monumental de la capital de España.
Durante el siglo XX, por los andenes de Delicias salían los emigrantes rumbo a Lisboa para embarcarse hacia el continente americano y a su vez llegaban los emigrados extremeños que buscaban nuevas oportunidades en Madrid o en el norte de España.
Su actividad concluyó el 30 de junio de 1969 con la salida del último tren regular de viajeros con destino a Badajoz. Un día después, el 1 de julio, los tráficos ferroviarios de Delicias se derivaron a las recién estrenadas estaciones de Atocha y Chamartín. La estación de Delicias paso a ser un almacén de mercancías hasta los años 80, década en la que recuperó su espíritu ferroviario.
Durante estos 140 años, la estación de Delicias ha sido escenario de amargas despedidas y felices reencuentros de los viajeros que llegaban o se iban de Madrid. Sin duda, es un lugar mágico testigo de la historia del ferrocarril en España.
La estación de Delicias hoy en día
Museo, pasarela de moda, espacio de eventos, actos culturales, mercadillo de modernismo… la estación de Delicias ha ido evolucionando y se ha convertido en un espacio polifacético que alberga actividades de todo tipo.
Entre sus railes se han grabado importantes películas como Doctor Zhivago, Las cosas del querer o Amantes. En este espacio también se han grabado escenas de exitosas series televisivas como Cuéntame cómo pasó, Las chicas del cable o Los Serrano.
Además, la estación delicias ha sido el espacio elegido para ser el mercado de motores, una cita cultural con el comercio y la artesanía más moderna donde más de 200 diseñadores exponen sus artículos. La cita concentra ya más de 80 ediciones y durante el año 2019 se recibieron a más de 295.000 visitantes.
Sin embargo, la joya de la estación de Delicias es que alberga el impresionante Museo del Ferrocarril. Este importante espacio presenta la historia del ferrocarril en nuestro país. En él se encuentra una completísima colección de material histórico ferroviario y una amplia exposición de trenes y coches de viajeros, locomotoras a vapor, eléctricas, diésel, billetes, recorridos y ambientes que nos transportan a otras épocas. Un lugar imprescindible para los románticos de los trenes, andenes y vagones.
La estación de Delicias no es solo un espacio de actividades sino que es un edificio muy característico de la arquitectura e ingeniería de hierro. Su valor arquitectónico reside en su imponente estructura de hierro roblonado; material representativo de la revolución urbanística del siglo XIX y símbolo de progreso por su versatilidad y rapidez de construcción. Durante su construcción se aplicaron conceptos nacidos de la revolución industrial, como la prefabricación de piezas, el ensamblaje como sistema constructivo o la estandarización y economía de medios. La estación de Delicias sigue siendo hoy en día uno de los mejores ejemplos de la arquitectura del hierro del último tercio del siglo XIX en España.