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Tasty Poke Bar, el plato de moda inaugura en Boadilla del Monte

Es un rumor a gritos que el plato estrella de esto 2019 es el poke bowl, un plato de origen hawaiano y sencilla receta, que en los últimos años se ha convertido en el plato más deseado por los instagramers, por su colorido y por ser muy saludable para los que desean cuidarse por dentro y por fuera.

Tasty Poke Bar arranco a finales de 2017 por unos emprendedores españoles, tras haber conocido el plato en Estados Unidos y enamorarse de un concepto que hacía furor en medio mundo.

A finales de 2017 abrieron su primer local, con una comunicación muy apegada al público joven, amantes de la comida sana, asiática y de poder compartir en sus redes sociales platos llenos de color. Ellos han sido los primeros en viralizar sus establecimientos.

Poco a poco sus establecimientos se fueron llenado y se repetía siempre la misma pregunta ¿es una franquicia? y en que otras ciudades podrían reservar, esa petición ha provocado que unos meses más tarde ya sean más de 10 los establecimientos abiertos en Toda España.

Será a principios de verano cuando se inaugure un nuevo espacio, esta vez en Boadilla del Monte, que se sumará a otras cinco aperturas entre las Islas Canarias y la Península, un crecimiento que no se detiene.

El secreto de Tasty Poke Bar al margen de su comida, es que tiene un fuerte componente para llevar, como un Telepizza, pero también cuida al cliente que quiere realizar el consumo en el propio restaurante.

De esta manera, los clientes pueden configurar en el mostrador su poke bowl para consumir en el restaurante o  llevárselo a casa o la oficina, pedirlo a través de plataformas de delivery o bien comprarlo a través de la web de la marca y recogerlo a una hora concreta en la ventanilla del establecimiento.

La receta es sencilla, una base de arroz cocinado al estilo sushi, con mirin, que puede sustituirse o combinarse con quinoa o ensalada; un aporte de proteína (salmón, atún, pez mantequilla o tofu) marinado con aceite de sésamo, soja y cebollino; el remate con otros de ingredientes frescos como aguacate, piña, mango, edamame, wakame, maíz, etc.; y el punto final del aderezo con especias y las salsas propias de inspiración japonesa.