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El PP gana las elecciones en Boadilla del Monte con 15 escaños

El PP de Boadilla del Monte no ha podido repetir los resultados obtenidos en las elecciones municipales de 2015, pero ha conseguido alzarse con la mayoría absoluta en el municipio, con 15 escaños al 100% del voto escrutado.

Los resultados de las recientes generales mostraban que el cambio se estaba apoderando de un feudo tradicionalmente del PP, pero los vecinos del municipio han mantenido el apoyo al gobierno local de las últimas legislaturas.

Antonio González Terol, alcanzó la mayoría absoluta y fue el cuarto alcalde más votado de España en municipios de más de 40.000 habitantes con el 54,8 % de los votos, pero en esta edición el actual candidato a alcalde del PP en Boadilla del Monte, Javier Úbeda que quería ser el alcalde con más apoyo electoral en España no ha podido repetir su gesta y ha conseguido el 50,42% del escrutinio con 14.001 votos.

Javier Úbeda confiaba en las encuestas de satisfacción de los vecinos con los servicios municipales, que según sus palabras no ha dejado de crecer desde 2011, unas encuestas muy criticadas y cuestionadas desde las redes sociales del municipio.

En su programa ha prometido bajar lo que pagan los vecinos de plusvalía, ampliar las bonificaciones al IBI y a la instalación de paneles solares en las viviendas, así como el aumento de ayudas para la compra de libros y material durante toda la carrera escolar, tanto hasta bachillerato como ciclos formativos.

Ahora se presentan unos meses de incertidumbre para el resto de partidos que ven como no han sido capaces de arrebatar al PP este municipio.

Vox, que superó en la elecciones generales el 19% de los votos, con más de 6.170 papeletas, ha tenido una caída importante en votos, descendiendo hasta casi los 2.000 votos y solo dos concejales, que les afectará a la hora de mantener su viabilidad futura.

Desde Vox siempre han defendido la importancia de aumentar la inversión en infraestructuras, defensores de una bajada drástica de los impuestos en Boadilla del Monte, una de sus primeras medidas era auditar el municipio para eliminar todos los gastos superfluos, algo similar a la política que están llevando en la Junta de Andalucía.

Juan Pineda Salvador, el que ha sido candidato a la alcaldía de Boadilla del Monte, es vecino del municipio, su idea de defender sin miedo y sin complejos a España y a la libertad frente a la izquierda y los separatistas, podrán sus compañeros realizarlo en el congreso y en el senado, pero parece que en el municipio no tendrán la fuerza necesaria para influir en la legislatura.

Ricardo Díaz, candidato de Ciudadanos Boadilla era el que más papeletas tenía para haber sido la fuerza más votada en las municipales, pero este licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid, con poco más de 50 años de edad, solo ha conseguido poco más de 5.000 votos, lo que le sitúa a una distancia que parece inalcanzable en este municipio y muy lejos de sus declaraciones donde se veía como la fuerza más votada en Boadilla del Monte.

Durante los últimos meses ha mostrado su determinación para favorecer una  vivienda de alquiler para los jóvenes del municipio, como el PP analizar los impuestos que son claramente más dañinos para los vecinos, como el de sucesiones, y aumentar las ayudas a las familias.

El portavoz que reconocía su miedo a otros cuatro años del PP en el ayuntamiento, y para poner remedio a sus males, prometía nuevos accesos al municipio para el tráfico rodado, invertir más en transporte público, actualizar el metro ligero para ser un servicio más demandado, implantar el carsharing eléctrico, aunque muchas de sus promesas se basaban en controlar también la comunidad de Madrid, algo que ya en esos momentos parecía que estaba muy lejos de suceder.

En definitiva, un escenario que mantiene en el gobierno a un partido que ha dirigido durante décadas, en muchos casos con mayorías absolutas y donde muchos problemas de los ciudadanos se han resuelto, pero aún quedan lagunas por abordar.

Esperemos que estos próximos cuatro años, las demandas de los vecinos sean escuchadas y atendidas, como en el pasado.