Si una feria se mide su rentabilidad en la imagen proyectada y en el nรบmero de visitas que recibe durante los pocos dรญas que dura la feria, parece que esta aรฑo el farolillo rojo se lo lleva Madrid.
El que pretendรญa ser un homenaje al Madrid sostenible โreutiliza materiales de derriboโ ha sido su falta de estรฉtica y poca fuerza grรกfica, el comentario generalizado de los asistentes.
Con una inversiรณn superior a los 500.000 euros, solo en el alquiler del suelo pasa de los 200.000 euros y hay que aรฑadir la construcciรณn, el alquiler del mobiliario, la ediciรณn especรญfica de catรกlogos, las azafatas,โฆ han sido durante la primera jornada de la mayor feria de Espaรฑa, los 1.500 metros cuadrados mรกs vacรญos de Ifema.
Lo ha diseรฑado la arquitecta madrileรฑa Izaskun Chinchilla, y aunque ya en 2016 defendรญa que “La arquitectura efรญmera estรก mรกs cerca de la sociedad” este proyecto donde ha intentado imitar una ยซgran plaza abierta a todos los visitantesยป, parece que no ha calado entre los visitantes.
Boadilla del Monte comparte espacio dentro de esta โplaza derribadaโ intentando trasladar la belleza del municipio en un entorno que algunos de los visitantes denominaban como โhostilโ. De la misma manera todos los destinos turรญsticos de la regiรณn estรกn representados en lo que deberรญa de ser un gran punto de encuentro y de intercambio, pero que a decir de los profesionales, no invita a ser descubiertos.




