Las enmiendas de la IX Tittle americana abren las puertas a que jĆ³venes talentos busquen en EE. UU. la igualdad que no encuentran en EspaƱa.
Irene y RocĆo son dos madrileƱas a las que su deseo de estudiar una carrera les obligaba a dejar el fĆŗtbol: āCompaginar en EspaƱa es casi imposibleā.
Awex Education lanza la Girl Power: 50 becas de entre el 50 y el 100 % de la matrĆcula para chicas que quieran aprovechar la igualdad por ley de EE. UU.
Madrid, 2022.- Una Ley Federal de los Estados Unidos promulgada en 1972 y una adolescente madrileƱa del siglo XXI no son, a simple vista, historias que parezcan conectadas por ningĆŗn nexo. Puntos de partida separados por un abismo histĆ³rico y geogrĆ”fico que, sin embargo, se dan la mano al calor de las ayudas educativas que se conceden a estudiantes norteamericanos y extranjeros al otro lado del AtlĆ”ntico.
AsĆ es como RocĆo e Irene, dos madrileƱas de apenas 17 aƱos, apoyadas, han pasado de ver oscuro el futuro en la cantera del Rayo Vallecano a lucir ilusiĆ³n por cumplir su sueƱo americano en un territorio que las empodera como protagonistas de sus nuevos equipos. No lo han hecho solas. Tras su Ć©xito estĆ” el trabajo de Awex Education, una de las entidades lĆderes en la bĆŗsqueda de becas que, bajo el paraguas de la normativa igualitaria de EE. UU., han impulsado historias imposibles sin su intermediaciĆ³n. AsĆ le sucediĆ³ a SofĆa (18 aƱos) y MarĆa (15 aƱos), dos hermanas de AlcalĆ” de Henares a las que los estudios amenazaban con apartarles de su aficiĆ³n por el baloncesto y la hĆpica. Ahora ambos deportes son las palancas con las que han conseguido estudiar lo que les gusta en Nueva York y Boston.
Una ley por la igualdad de gƩnero
La IX Tittle, como se conoce a las enmiendas por la igualdad de gĆ©nero introducidas en la Ley Educativa estadounidense hace ya mĆ”s de medio siglo, obliga a dar las mismas ayudas econĆ³micas a chicos y chicas en el reparto de becas federales. āLa norma ayuda a que ellas tengan mĆ”s posibilidades que ellos, porque suelen ser menos las chicas que solicitan ayudas. Por cada chica hay tres chicos y, sin embargo, las becas para chicas son muy superiores. Por comparar: mientras un chico tiene que pagar de su bolsillo una media de 20.000 dĆ³lares por curso para estudiar con beca de fĆŗtbol, las chicas solo tienen que poner 10.000 porque estĆ”n mĆ”s subvencionadasā, explica William Touchard, portavoz de Awex Education.
Awex ha redoblado sus esfuerzos para ayudar a otras chicas con la beca āGirl Power by Awexā. Se trata de 50 becas con dotaciones econĆ³micas que cubren entre el 50% y el 100 % de las matrĆculas que en algunos casos alcanzan los 70.000 dĆ³lares. āLas chicas suelen animarse menos a pedir becas que los chicos, pero las oportunidades son mayores. Por eso hemos lanzado esta becaā, aƱade Touchard.
Las candidatas deben tener entre 12 y 18 aƱos, un mĆnimo de 6 como nota media y un nivel de inglĆ©s intermedio para poder presentarse. AdemĆ”s, deberĆ”n preparar un currĆculum de sus actividades extraescolares. Las solicitantes que no logren esta beca āGirl power by Awexā tendrĆ”n garantizada otra beca que se adapte a su perfil. Cuanto mĆ”s completo sea, mĆ”s oportunidades tendrĆ”n de lograr una ayuda importante.
āCompaginar estudios y deporte en EspaƱa es imposibleā
Este fenĆ³meno estĆ” facilitando un importante flujo de talento femenino desde EspaƱa a EE. UU. JĆ³venes que fichan por high schools o universidades y, allĆ, de la mano de Awex Education, encuentran las oportunidades e igualdad que ni el deporte, ni la educaciĆ³n espaƱola son capaces de darles. āCompaginar el fĆŗtbol con los estudios en EspaƱa es casi imposibleā, cuenta por videollamada RocĆo Criado (17 aƱos) desde la North Cross School, en Virginia. El pasado verano dejĆ³ AlcorcĆ³n y el LeganĆ©s, club en el que militaba desde hacĆa una temporada, para cumplir su āsueƱo americanoā. āEra o fĆŗtbol, o estudios. El deporte parece que molesta para estudiar en EspaƱa. En EE. UU., noā, aƱade.
Irene Ruiz, madrileƱa tambiĆ©n y de la misma edad, asiente a su lado. Tras ocho temporadas luciendo los colores de la Franja (Irene ingresĆ³ en benjamines), intuyĆ³ que el deseo de estudiar en la universidad podrĆa ser el fin de su carrera deportiva en EspaƱa. āCon la EVAU es imposible. Tienes que dejarlo para centrarte en los estudios. Se proyecta el deporte como una carga. Pero aquĆ adaptan clases, horarios, exĆ”menesā¦ e incluso jugar te puede servir para ingresar en una buena universidad gracias a las becasā, cuenta Irene.
Ella y RocĆo se conocieron cuando eran compaƱeras en la cantera del Rayo. Ahora comparten experiencia en EEUU. āEl talento espaƱol estĆ” muy bien valorado. Somos mĆ”s tĆ©cnicas. Hemos visto partidos en los que algĆŗn equipo estaba formado casi al completo por espaƱoles. Y no hay discriminaciĆ³n, al contrario que en EspaƱa, donde las desigualdades en los clubes o Federaciones son grandesā, aƱade Irene.
Ella intentĆ³ dar el salto al otro lado del āCharcoā hace ya dos aƱos, pero le pillĆ³ la pandemia. Ahora, cuando le tocaba cursar 2Āŗ de Bachillerato, lo ha conseguido. āAl enterarme de que Irene se iba a EE. UU., ni dudĆ© en solicitar mi beca, no solo por seguir jugando al fĆŗtbol, sino por mi formaciĆ³n. Estudiar aquĆ te abre muchas puertasā, aƱade RocĆo, enrolada tambiĆ©n en esta aventura āapasionanteā, gracias al apoyo de Awex Education.
De AlcalĆ” de Henares a la Manhattan University
SofĆa y MarĆa Marcos son dos hermanas de AlcalĆ” de Henares que siguieron un camino parecido, pero con deportes diferentes. SofĆa (18 aƱos) juega al baloncesto. MarĆa (15 aƱos) lo intentĆ³, āpero lo mĆo no eran los deportes de pelotaā, asĆ que se enrolĆ³ en la hĆpica poco despuĆ©s de que SofĆa se marchara a EE. UU. a estudiar tambiĆ©n becada por Awex Education. āSoy supercelosa, por eso tambiĆ©n solicitĆ© mi beca. Mi caso era mĆ”s complicado, pero en Awex Education encontraron una soluciĆ³n: una beca en equitaciĆ³n a travĆ©s de un club de equitaciĆ³n vinculado a mi high school, que no es sĆŗper normalā¦ pero aquĆ estoy cumpliendo mi sueƱoā, relata desde la Putnam Academy, en Boston.
A tres horas y media en coche vive SofĆa, enrolada en la Manhattan University. āEstĆ” en el Bronx, en la parte mĆ”s moderna. Es un campus internado, la combinaciĆ³n ideal, porque tienes amigos, pero apenas sales del campus, te encuentras en pleno Nueva York. Parece una pelĆcula. Y claro, serĆa imposible sin becas. La universidad cuesta aquĆ unos 70.000 dĆ³lares y la vida es muy cara. Sin Awex Education todo esto habrĆa sido utĆ³picoā, relata feliz de poder seguir jugando al baloncesto.
āEn EspaƱa apenas llegas a un nivel, tienes que dar el salto. Te obliga a elegir entre estudios y baloncesto. No puedes quedarte en un nivel intermedio. AdemĆ”s, en EE. UU. hay mĆ”s oportunidades, equiposā¦ y un nivelā¦ Ā”increĆble! AquĆ estoy jugando entre 15 y 16 minutos por partido y ni me quejo. Me lo tengo que currar mucho. En EspaƱa serĆa mĆ”s sencillo y no mejorarĆa como jugadoraā, se sincera. āEl deporte femenino, ademĆ”s, tiene un tirĆ³n increĆble. Especialmente en estas competiciones de high schools o universidades. Todos los partidos tienes la cancha llena. Les encanta volcarse. Estudiar aquĆ es duro, mĆ”s que el high school, pero tambiĆ©n mucho mĆ”s motivanteā, concluye.