La Comunidad de Madrid se ha enredado con un polémico vídeo que busca fomentar la costumbre de las propinas, en desuso con las nuevas costumbres derivadas de la pandemia. El hecho de que los ciudadanos hayan abandonado el uso del efectivo y prime el pago con tarjeta ha repercutido en un descenso de las propinas, tradicionalmente una parte importante del sueldo del personal empleado en la hostelería. Las criticas hacia el vídeo nacen de la idea de que la Comunidad apueste por empleo precario que requiere de propinas en lugar de sueldos justos en el sector.
Se olvida que las propinas son obligatorias -y al margen del precio de las consumiciones- en entornos como los países anglosajones, en los que están estipuladas entre un 15 y un 20% del precio de la consumición.
El vídeo muestra los anhelos y necesidades de camareros, como que su hijo reciba clases de piano, clases de inglés o un empleado pueda hacer un regalo a su pareja. “Las propinas son las que pueden hacer realidad esos pequeños sueños que tiene la gente que nos atiende”, explica el vídeo.
El vídeo tiene el sello de la Comunidad de Madrid. Este tipo de contenidos caen de lleno en las competencias de Sandra Fernández, la eficaz y poderosa directora General de Comunicación de la Comunidad de Madrid, dentro del núcleo de decisiones de las mismísima presidenta, Isabel Díaz Ayuso.
Las cañas, las terrazas, son conceptos que se utilizaron con enorme habilidad desde la Comunidad de Madrid para definir un estilo de salida de la crisis de la pandemia, de liberación para los madrileños. Cierto que suyas eran las competencias para poner las normas de uso de los locales de hostelería y que en Madrid fueron más liberales que en otros lugares de España. Pero también es cierto que lograr espacios nuevos de terrazas -más seguras desde el punto de vista epidemiológico, utilizando incluso las bandas de aparcamiento, fue un trabajo del Ayuntamiento de Madrid, implicadísimo en sus distritos.
Ahora este vídeo, en medio de la crisis de la huelga sanitaria, con presión en las atenciones de la sanidad primaria y las urgencias, cuestiona esta apuesta por la hostería a cualquier precio del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso. Críticas que, por supuesto, tienen eco y resonancia en Redes Sociales. Porque si de la reforma de la Justicia se habla en el metro, según la ministra de Justicia, es seguro que de las propinas sí se habla en llos bares de la Comunidad. Y no parece que tengan demasiados detractores entre los afectados.
