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Filomena aumenta notablemente el nivel de agua en los embalses madrileƱos

El Canal de Isabel II ha realizado una estimaciĆ³n del volumen de agua que recogerĆ”n sus embalses tras el paso de la borrasca Filomena y apunta que tras el deshielo los 13 embalses que gestionan recibirĆ”n hasta 70 hectĆ³metros cĆŗbicos de agua, lo que representa el 7,4 por ciento de la capacidad de los embalses, el equivalente al consumo de agua de los 6,7 millones de habitantes de la regiĆ³n durante dos meses.

AsĆ­ lo ha asegurado hoy lunes, la consejera de Medio Ambiente, OrdenaciĆ³n del Territorio y Sostenibilidad Paloma MartĆ­n, en su visita a la presa de Navacerrada para conocer quĆ© ocurre en los embalses cuando se produce el deshielo.

En el recorrido por la infraestructura, MartĆ­n, que ha estado acompaƱada por el consejero delegado de Canal de Isabel II, Pascual MartĆ­nez, y la directora de Operaciones, BelĆ©n Benito, ha recordado que los embalses gestionados por Canal se encuentran al 79 por ciento de su capacidad, “por lo que el sistema hidrĆ”ulico de la Comunidad de Madrid tiene capacidad para recibir el caudal que se derive del deshielo. Se encuentra al mismo porcentaje que antes de la borrasca, por lo que se espera que el deshielo comience en unos dĆ­as.

Precisamente, ante la previsiĆ³n de lluvias de la AEMET para esta misma semana, la consejera ha seƱalado que se incrementarĆ”n los controles de situaciĆ³n “realizĆ”ndose cada seis horas, en lugar de una vez al dĆ­a”, al tiempo que ha indicado que “las presas regularĆ”n el caudal, soltando parte de agua a los rĆ­os y reteniendo otra”.

En las redes de alcantarillado que Canal de Isabel II opera en la Comunidad de Madrid hay mĆ”s de 350.000 imbornales que recogen el agua que se va deshaciendo de las vĆ­as pĆŗblicas para conducirlo por las redes de drenaje urbano hasta las estaciones depuradoras.

Por otra parte, en los entornos urbanizados, los caudales procedentes del deshielo de la nieve acumulada en los viales se recogen en las redes de saneamiento.

MartĆ­n ha explicado tambiĆ©n que Canal de Isabel II ha enviado un comunicado a todos los ayuntamientos solicitando que “mantengan limpia y despejada su red de alcantarillado para evitar que se taponen las entradas a la red”.

Para ello, desde la empresa pĆŗblica se ha instado a los ayuntamientos a que “retiren la nieve, asĆ­ como residuos sĆ³lidos”, como basura, ramas y hojas acumuladas.

“La Comunidad se pone una vez mĆ”s al servicio de los madrileƱos tal y como ya hiciera en los primeros meses de la pandemia con el desarrollo del sistema de rastreo de aguas residuales para detectar la presencia del coronavirus”, ha enfatizado la titular de Medio Ambiente.

Un sistema que “pone a disposiciĆ³n de sanidad una herramienta mĆ”s para el diagnĆ³stico del COVID-19 y que ha anticipado, en la segunda y en esta tercera ola, el incremento de contagios”, ha remarcado la tambiĆ©n presidenta de la empresa pĆŗblica.

GESTIƓN DE LAS CRECIDAS

La gestiĆ³n de crecidas en las presas de Canal se realiza mediante el cĆ”lculo y posterior establecimiento de resguardos, aprobados por el organismo regulador de cuenca (en este caso, la ConfederaciĆ³n HidrogrĆ”fica del Tajo).

Los resguardos son los volĆŗmenes que se dejan sin llenar en los embalses para hacer frente a las posibles crecidas. De esta forma, cuando recibe estos caudales, la presa comienza a soltar caudales inferiores a los de entrada mientras se va llenando el volumen de resguardo.

En este momento hay 170 hectĆ³metros cĆŗbicos de agua de resguardo, que representan el 18 por ciento de la capacidad mĆ”xima de sus embalses. Las mayores crecidas que se producen en las presas de la sierra de Madrid son, casi siempre, por combinaciĆ³n de episodios de lluvia que derriten el volumen que hay almacenado en forma de nieve en las montaƱas.

Estos volĆŗmenes de agua en forma de nieve pueden evolucionar de diferentes maneras dependiendo de la climatologĆ­a. AsĆ­ se pueden derretir poco a poco de manera que el agua se filtre a los acuĆ­feros, que estĆ”n en el subsuelo, generando escorrentĆ­a hacia los embalses, mientras que, en caso de viento y sol, hay una parte que se sublima y va directamente a la atmĆ³sfera.

Si, ademƔs, se da una fuerte subida de temperatura, la nieve se derrite rƔpidamente y aumentan los caudales en los embalses. Estos se gestionan almacenando una parte y desembalsando controladamente el excedente.

Puede darse el caso de que haya un frente lluvioso cĆ”lido que derrita la nieve sĆŗbitamente, lo que provocarĆ­a una crecida con caudales mayores que llegarĆ­an a las presas y se reducirĆ­an gracias a los resguardos.

En estos momentos, el servicio de explotaciĆ³n de presas estĆ” especialmente en alerta, vigilando las predicciones meteorolĆ³gicas, para que en el caso de que se produjese un frente cĆ”lido, todos los medios estĆ©n operativos, aƱade el Canal en un comunicado.