La nochebuena en la que Madrid ardiĆ³ y otras historias de la navidad madrileƱa

Cuando llega la navidad, Madrid se transforma. Numerosos madrileƱos recorren sus calles admirando su alumbrado. Pasean por la Plaza Mayor en busca de la figurita del BelĆ©n que les faltaba. Se pasan por San GinĆ©s a tomar chocolate con churros y desean que El Gordo sea el nĆŗmero de loterĆ­a que compraron en DoƱa Manolita.

Las tradiciones locales que se repiten en estos dĆ­as son varias. Repasemos cuĆ”les son las mĆ”s importantes para los madrileƱos, recordando cĆ³mo han sido las navidades en Madrid a lo largo de los aƱos.

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La navidad de 1734, inolvidable para los madrileƱos

Grabado en el que se puede apreciar la fachada del Real AlcƔzar de Madrid en 1704.

Hubo una nochebuena en la que la historia de la ciudad de Madrid cambiĆ³ para siempre. El Real AlcĆ”zar de Madrid era un monumental edificio situado donde ahora se encuentra el Palacio Real. Este era un castillo que llevaba en Madrid desde la segunda mitad del siglo IX.

A Felipe V, que reinaba en aquel entonces, no le gustaba el AlcĆ”zar. Pensaba que era antiguo y que no se parecĆ­a en nada a los opulentos palacios que se estilaban en Francia. Para mejorarlo un poco, se dedicĆ³ a decorar sus paredes con numerosas obras de arte de los mejores pintores de la Ć©poca. Rafael, VelĆ”zquez, Tiziano o Rubens eran los particulares decoradores del primer borbĆ³n que reinĆ³ en EspaƱa.

La noche del 24 de diciembre de 1734 un grupo de trabajadores celebraba la navidad en el AlcĆ”zar. El alcohol y la jarana hicieron que no estuvieran pendiente de una chimenea encendida en una de las habitaciones. Una chispa hizo que unas cortinas se prendieran. El fuego se propagĆ³ con rapidez por el resto del palacio.

Las campanas del cercano Convento de San Gil comenzaron a sonar avisando del fuego. Sin embargo, los madrileƱos no le hicieron caso pues pensaban que estaban llamando a la misa del Gallo. Uno de los grandes emblemas del Madrid de la Ʃpoca se consumƭa bajo las llamas sin que nadie hiciera nada.

Las malas lenguas empezaron a decir que fue el propio rey el que le prendiĆ³ fuego, sin embargo, nunca se pudo comprobar. Lo que sĆ­ se sabe es la cantidad de obras de artes que se perdieron para siempre en aquel incendio.

Las mismas Meninas de VelĆ”zquez, que fueron pintadas entre los muros de este palacio, se encontraban en las paredes del mismo. Se salvaron gracias a que los trabajadores del AlcĆ”zar lograron sacarla por un gran ventanal. De no ser por estos anĆ³nimos, ahora mismo no conocerĆ­amos el aspecto de una de las obras mĆ”s icĆ³nicas de la historia del arte espaƱol.

Esta fue sin duda una de las navidades inolvidables para los madrileƱos de la Ʃpoca. Tras el incendio, el edificio se perderƭa y aƱos despuƩs se construirƭa en su lugar el actual Palacio de Oriente, mƔs a la imagen y semejanza de los lujosos castillos europeos.

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