La empresa, además, se ha mostrado dispuesta a desplegar equipos para desinfectar los pabellones de IFEMA que albergan a centenares de infectados por coronavirus.
El ozono es clave para luchar contra el COVID-19 porque es un desinfectante natural que elimina virus, hongos y bacterias.
En los vehículos se desinfecta el aire del habitáculo, las superficies y los conductos de aire acondicionado, de manera que el aire de dichos vehículos esté en todo momento libre de microorganismos (entre ellos el coronavirus) y contaminantes químicos de todo tipo, proporcionando un ambiente seguro.
El sistema de desinfección de vehículos es sencillo: en primer lugar, el vehículo público debe permanecer completamente vacío y con las puertas cerradas. El equipo cuenta con una manguera que se introducirá por una de las ventanas, que deberá permanecer ligeramente abierta. El resto de ellas tendrán que encontrarse cerradas.
Con el fin de obtener mejores resultados, puede conectarse el aire acondicionado en recirculación. El ozono sale por la manguera, inyectándose en el interior del vehículo. Una vez finalizado el suministro de ozono, se aconseja esperar cinco minutos con las puertas del automóvil abiertas para eliminar cualquier existencia de ozono residual.
Con este servicio de desinfección, se garantiza la movilidad de profesionales de forma segura en taxis, ambulancias y otros vehículos de uso público.
“Queremos aportar este granito de arena ayudando a los que están todos los días en esa primera o segunda línea de lucha contra el coronavirus: policías locales, nacionales, guardias civiles, sanitarios, taxistas e incluso transportistas”, explica Angel Manuel Sereno, Director General de COSEMAR OZONO y promotor de la iniciativa.
