La OrganizaciĂ³n Mundial de la Salud (OMS) alertaba hace unos dĂas en la revista ‘Vaccine’ del incremento dĂa a dĂa de los movimiento antivacunas por todo el mundo, y del riesgo que producĂa de forma directa sobre las campañas de vacunaciĂ³n, ya tradicionales en gran parte del mundo.
Para este organismo, el no poder vacunar a todos los niños nacidos provoca la escandalosa cifra de 1,5 millones de muertes infantiles cada año, y este movimiento puede provocar que estos nĂºmeros crezcan.
Hay algunos paĂses como Holanda que estĂ¡n estudiando la posibilidad de legislar en esta vĂa, impidiendo que niños no vacunados puedan acudir a las guarderĂas, para preservar la seguridad del resto.
Los niños pequeños en muchos casos no han completado todos los programas de vacunaciĂ³n, y muchos padres reclaman seguridad en el centro escolar para evitar infecciones futuras, mediante un registro obligatorio que permita rechazar a los niños que no han sido vacunados, antes de entrar a la guarderĂa. El gobierno deberĂa de marcarlo por ley, ya que a dĂa de hoy, estarĂa considerado un gesto de discriminaciĂ³n.
SegĂºn la OMS, si el 95% de una poblaciĂ³n estĂ¡ vacunada contra el sarampiĂ³n, las paperas y la rubĂ©ola, se evita una infecciĂ³n grupal, pero si bajan esos porcentajes, la erradicaciĂ³n de estas enfermedades estĂ¡ en peligro, algo que se puede estar dando ya en algunos paĂses de nuestro entorno.
En la otra cara estĂ¡n las asociaciones que hacen campaña contra la vacunaciĂ³n, que inciden en la no necesidad de las vacunas, al nacer los niños con su propio sistema inmune.