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Consejos para mantener una boca sana en Navidad

Por su alto contenido en azúcares, dureza, textura y temperatura, los polvorones, turrones y otros típicos postres pueden afectar a la salud de los dientes. Para que los dulces no amarguen la Navidad a nadie, desde la redacción de Boadilla y más hemos preguntado a algunas de las clínicas dentales de nuestro municipio y estos han sido sus recomendaciones: Cepillado frecuente, moderar el dulce o vigilar el consumo de determinadas bebidas.

Los expertos lo tienen claro, los turrones, mazapanes o frutas escarchadas por su alto contenido en azúcar, por su dureza o bien por su textura en ocasiones pegajosa que se adhiere a los dientes pueden provocar caries, además de, fracturar los dientes, así como deteriorar empastes o dañar los tratamientos de ortodoncia por lo que hay que ser muy cuidadosos con su consumo y, sobre todo, hacerlo con moderación.

Lo mismo sucede con las bebidas carbonatadas que por su contenido en ácidos pueden desgastar el esmalte dental y provocar sensibilidad y descalcificaciones que también pueden llegar a convertirse en caries.

Además, se da la circunstancia que muchas de las celebraciones en las que se consumen estos productos tienen lugar fuera de casa por lo que la rutina de cepillado en ocasiones se ve alterada. No hay que olvidar nunca el cepillo de dientes, tenerlo siempre a mano y recordar que lo recomendable es utilizarlo tres veces al día. Con este sencillo hábito se pueden evitar muchos problemas posteriores.

Los dulces que pueden amargar la Navidad

Fruta escarchada, por su alto contenido en azúcar que puede superar el 80% de la composición del producto y su textura hace que se adhiera a los dientes favoreciendo las caries.

Turrón, no sólo por su alto contenido en azúcar. El blando porque sus pequeños trozos entre los dientes pueden dificultar la limpieza y el duro porque puede fracturar alguna pieza.

Guirlache, la dureza de este dulce de caramelo y almendra también puede contribuir a la rotura de alguna pieza dental. Hay que recordar que los dientes no son tan duros como se cree.

Chocolate a la taza. Tampoco hay que olvidar que las bebidas muy calientes pueden hacer aumentar la sensibilidad dental y su estado liquido obliga a una limpieza más profunda en la que no hay que olvidar el enjuague.

Peladillas y frutos secos garrapiñados, combinación peligrosa para los dientes. Azúcar y máxima dureza que al final siempre se acaban mordiendo cuando deberían ser chupados.