La tranquila ciudad de Alcorcón se encuentra en alerta ante una ola de robos en terrazas que ha dejado perplejos a sus habitantes y a la comunidad empresarial local. En las últimas semanas, numerosos hosteleros han denunciado el robo sistemático de sillas y mesas de sus establecimientos durante la noche. La magnitud del problema se refleja en las cifras: más de un millar de sillas y mesas han desaparecido en distintos puntos de la ciudad en el último mes y medio.
La banda delictiva parece no hacer distinciones, afectando tanto a conocidos restaurantes como a modestos bares locales que, paradójicamente, dejan sus mobiliarios atados durante la noche. Los propietarios, consternados, aseguran que los ladrones actúan de forma sigilosa y precavida. Utilizan cizallas para cortar las cadenas que aseguran las sillas, y se sospecha que utilizan vehículos para transportar el botín sin levantar sospechas.
En la última oleada de robos, un establecimiento reportó el hurto de 130 sillas, lo que ha llevado a los afectados a expresar su frustración y preocupación ante la falta de seguridad en la ciudad. Además de las sillas y mesas, algunos establecimientos han sufrido la pérdida de sombrillas de terrazas y sus soportes, sumando un componente económico y logístico a los perjuicios causados.
Los propietarios de los establecimientos afectados indican que las sillas y elementos de aluminio son los más apreciados por los ladrones, ya que pueden ser fundidos y reutilizados. Además, existe la sospecha de que estos artículos podrían estar siendo exportados a países del Este, donde hay una demanda creciente de este material para emprender negocios de restauración.
PATRÓN DELICTIVO DE ROBOS EN TERRAZAS EN SAN FERNANDO DE HENARES Y COSLADA
Agentes de la Policía Municipal y Nacional ya están investigando estos casos en Alcorcón y creen que podrían tratarse de la misma banda que operó meses atrás en San Fernando de Henares y Coslada. En noviembre del año pasado, bares y restaurantes de estas localidades también denunciaron el robo nocturno de sillas apiladas y encadenadas en sus terrazas.
Las sospechas apuntan a que estos delincuentes podrían estar trasladando el material robado a países del Este, donde la demanda de aluminio es alta para la creación de negocios de restauración. Este patrón delictivo compartido ha elevado la preocupación entre las autoridades locales y la comunidad empresarial, que temen la persistencia y expansión de la banda.
INCREMENTO EN LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD
Ante la incertidumbre y la escalada de robos, los hosteleros de Alcorcón han optado por incrementar las medidas de seguridad en sus establecimientos. Cámaras de vigilancia adicionales, sistemas de alarma mejorados y colaboración con la policía local son algunas de las acciones que se están tomando para contrarrestar esta ola delictiva.
Además, se ha solicitado la colaboración activa de los ciudadanos, pidiéndoles que estén atentos y reporten cualquier detalle o pista sobre los posibles ladrones o el destino de los elementos sustraídos. La comunidad de Alcorcón espera que, con la participación conjunta de la ciudadanía y las fuerzas del orden, se pueda poner fin a la misteriosa banda que ha desatado la intranquilidad en la ciudad.
