- Se han puesto en marcha servicios como la recogida puerta a puerta y campañas de concienciación como ‘La Voz del Reciclaje’
- Nuestro municipio es el segundo de España con mayor tasa de reciclaje, con 20,6 Kg por habitante
La Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón, ASPAPEL, ha galardonado al Ayuntamiento de Las Rozas con la máxima calificación que otorgan, tres Pajaritas Azules, por su compromiso con el reciclaje de papel y cartón en el municipio.
El premio, que Las Rozas ya recibió el pasado ejercicio, fue recogido ayer por la Directora General de Medio Ambiente, Irene Aguiló, en un acto celebrado en el Auditorio Rafael Pino de Madrid.
“En los últimos años hemos intensificado el esfuerzo de la administración por incrementar unas tasas de reciclaje de los distintos materiales que los permiten, poniendo en marcha tanto campañas como nuevos servicios con una magnífica respuesta por parte de comercios y vecinos, que son quienes con su compromiso reciben ahora este premio”, ha declarado al respecto el alcalde de Las Rozas, José de la Uz.
En lo referente a papel y cartón, cabe destacar que nuestro municipio ha escalado hasta la segunda posición en elenco de entidades con mayor tasa de reciclaje elaborado por la propia Asociación, con una tasa de reciclaje de papel y cartón por habitante y año de 20,6 Kg, que se sitúa 8 Kg por encima de la media nacional.
Ello es el resultado de diferentes acciones puestas en marcha desde la concejalía de Medio Ambiente, entre las que destacan el servicio de recogida puerta a puerta para comercios de Las Rozas y la campaña de concienciación ‘La Voz del Reciclaje’. El primero de ellos es un servicio gratuito que facilita el reciclaje a todos los comercios del municipio que así lo soliciten. Una vez realizada la solicitud correspondiente, se procede a la recogida diaria de sus residuos de este tipo de material en la propia localización del negocio, evitando así que sea necesario desplazarse al contenedor o Punto Limpio.
La segunda es una campaña de sensibilización, dirigida también al sector comercial del municipio, que además de informar sobre la existencia del servicio de recogida municipal, incide en mensajes como la posibilidad de dar hasta seis vidas más al papel y cartón que utilizamos y explica además la forma más adecuada de tratar y presentar estos residuos para su recogida. La campaña se materializó en la realización y distribución en los comercios de la ciudad de folletos informativos, de un lado, y en reuniones informativas con las diferentes asociaciones de comerciantes de Las Rozas, a través de los dos educadores medioambientales del Servicio de Educación Ambiental municipal.
“Estamos muy orgullosos del trabajo de los técnicos en colaboración con ASPAPEL y de la respuesta de nuestros comercios, que nos ha llevado a merecer este reconocimiento. Seguiremos poniendo en marcha nuevas estrategias y servicios que nos permitan aumentar cada vez más nuestras tasas de reciclaje”, afirmó Jaime Santamarta.
Puntos limpios móviles y sensores volumétricos para vidrio
En este sentido cabe destacar la puesta en marcha, el pasado mes de mayo, de los nuevos Centros Móviles de Reciclaje de Las Rozas, que permiten a los vecinos reciclar cómodamente, sin tener que desplazarse hasta el Punto Limpio, en 10 localizaciones diferentes de la ciudad dos veces por semana. Estos centros móviles admiten los mismos materiales que cualquiera de los dos puntos limpios del municipio.
En el ámbito del reciclaje de vidrio, la concejalía de Medio Ambiente ha puesto en marcha recientemente una iniciativa innovadora consistente en incorporar sensores volumétricos digitales en 200 de los más de 500 contenedores de reciclaje del municipio. Se trata de contenedores ubicados en zonas de aportación cercanas a bares y comercios, donde la demanda es mayor, y el objetivo que se persigue con esta experiencia novedosa en nuestro país es lograr una mayor eficiencia en la recogida y evitar situaciones de desborde. Cada sensor, conectado a la red de monitorización de la ciudad, es capaz de lanzar una alerta en el momento en el que se alcanza un 80% de la capacidad del contenedor, de tal manera que se pueden ajustar las rutas de forma más eficaz y garantizar que en ningún momento el usuario pueda encontrárselo lleno.
