El poeta y grafólogo Pablo Méndez presentó recientemente su libro Cenicientas o Madrastras, un retrato a dieciseis de las españolas más influyentes de la historia reciente a través de una entrevista en su intimidad y de su escritura.
Valíendose del estudio de la letra y al mismo tiempo de un análisis de su vida y de su tiempo, en Cenicientas o madrastras palpita la vida y la personalidad de personas ejemplares e inolvidables, mujeres que han demostrado mayor talento en el siglo pasado y que fueron capaces de cambiar nuestra historia, de la misma manera que lo están haciendo también ahora, en la actualidad.
Victoria Kent, Penélope Cruz, o Almudena Grandes son algunas de las mujeres que han pasado por la lupa del grafólogo, también autor del bestseller ‘¿Con qué político te irías a cenar esta noche’?, en un análisis de gran originalidad que escrudiña a fondo la personalidad de estas mujeres que han cambiado la historia de España, mientras el autor se adentra en su lado más humano de las mujeres de la historia contemporánea que le parecieron más deslumbrantes.
“He aprendido muchísimo con este libro y he disfrutado enormemente sumergiéndome en cada uno de estos personajes”, comenta Pablo Méndez, pocos días después de que la obra saliera a la venta.
“Siempre me ha parecido que las mujeres tienen más capacidad para soñar, para sentir, para amar que los hombres. Si echo la mirada hacia atrás descubro que me gusta muy poco escribir sobre hombres y mucho escribir sobre mujeres, en la mujer me cuesta menos encontrar cierta magia, cierta facilidad de llegar a sitios indómitos y maravillosos”.
“Creo que la mujer tiene más fuerza para convertir situaciones adversas en milagros cotidianos. Creo también que ha vivido durante siglos oscurecida, empequeñecida por la actitud del hombre y eso le ha creado esa especie de fuerza, esa mano escondida y dulce, capaz, muy capaz de cambiarlo todo. Y siempre de una forma cuidadosa, sencilla, como si no lo hiciera del todo, como si no fuera ella, ella y solo ella, la que, casi siempre, mueve el mundo”.
Es el caso de la intratable sinceridad y pundonor de Victoria Kent, su manera de no estar en ningún bando, la resistencia de Carmen Conde, esa forma de encubrir el amor con la amistad y sin embargo vivirlo con todo su cuerpo, dándole de un golpe magnífico toda su vida. En el lado opuesto, el análisis de Pablo Méndez se ha encontrado con la letra y la personalidad de Concha Piquer, donde reside la honradez absoluta, consigo misma y con su público, su forma de terminar a tiempo dejando tras de sí tanto trabajo, tanta leyenda sobre las tablas del escenario. El extraño latigazo que producía solo el nombre de Dolores Ibárruri, a la que lleva estudiando muchos años y cómo su letra muestra tanta capacidad de comunicación.
Con todos los personajes del libro el autor ha sido feliz: María Zambrano y como es posible vivir contra sí misma, sin darle ninguna importancia a su obra, buscando a los demás de forma casi agónica en una especie de soledad entre la filosofía y sus puertas abiertas o la poesía y sus hermosas puertas cerradas, Maruja Torres, su independencia radical y profunda, su necesidad y amor por los amigos que poblaron con ella el mundo, y los apuntes manuscritos al margen de los textos en algunos de sus libros, se ha convertido en todo un deleite para un grafólogo.
Impresionado con la tristeza convertida en alegría, en estímulo, en poder interpretativo de Concha Velasco y su sensual serenidad, Mercedes Milá y su seducción endiablada e inimitable al entrevistar a personajes tan decisivos, Alaska, una mujer diferente, su fidelidad a sí misma, su sentido del deber, su soledad, su forma de vivir el humor, un icono de la pequeña pantalla.
Almudena Grandes haciendo de la fusión entre literatura y erotismo una brillante sutil forma de vida, donde el orden, la meticulosidad, la batalla ganada a una infancia solitaria construyendo y construyendo lugares con la imaginación, es donde nace un gran escritor. Arantxa Sánchez-Vicario cambió la historia de nuestro deporte, pero en su letra y en su vida hay tanta debilidad, tanta necesidad de competición, tanta susceptibilidad a ser influida por quienes tiene cerca y, a la vez, tanta capacidad de sacrificio, de superación, que todos deberíamos tener algo de ella.
Letizia Ortiz protagonista de uno de esos cuentos de hadas que luego no lo son de manera alguna; en su letra hay mucha inteligencia, mucha capacidad de trabajo, pero también una necesidad de soledad. El autor ha quedado impresionado por la escasa ambición de Penélope Cruz, su poca táctica, su fe arraigada solo en el trabajo y en su forma de actuar, de sacar provecho a sus inseguridades.
Termina el libro con dos mujeres excepcionales a las que, además de estudiar su letra, acompañaba el texto de una entrevista personal; Cristina Almeida y a Margarita Salas. Cristina es dueña de un caos único y muyparticular, una especie de orden aleatorio dondeella manda con un gusto sugerente, revelador… y, para terminar, la gran lección de Margarita Salas, concediendo la entrevista un veintiséis o veintisiete de diciembre, en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, una gran científica trabajaba llena de dicha en Navidad y su despacho era el más pequeño de un edificio enorme, interminable, dedicado a desarrollar sus proyectos y sus propuestas científicas.
El autor reconoce la excepcionalidad de todas las mujeres prsentes en el libro, personas excepcionales que forman parte de la historia, la historia con mayúsculas de nuestro tiempo. Mujeres del mundo de la literatura, el periodismo, el cine, el teatro, el deporte, la música, la política, la ciencia. Mujeres que configuran un abanico muy amplio de nuestra sociedad y de nuestra historia.
Todas ellas han pasado a la historia, su vida, su trabajo, su trayectoria nos ha hecho sentir, vibrar, entender las cosas de otra manera. Cenicientas, madrastras… ¿quién no ha sido las dos cosas alguna vez? Conocerlas mejor es la forma idónea de empezar a imitarlas.
El libro, de 249 páginas, se comercializa al precio de 20 euros e incluye una breve aproximación a la historia de cada personaje, análisis de la grafía, estudio personalizado del autor y una bella ilustración de Eugenio Rivera.
