El 13 de septiembre se le rinde homenaje a uno de los manjares más sabrosos que ha dado la naturaleza. Por supuesto, no podríamos referirnos a otra cosa que no fuera el Día Internacional del Chocolate.
Una festividad que surgió en Francia en el año 1995, como homenaje al escritor británico Roald Dahl, autor de la magnífica y deliciosa historia ‘Charlie y la Fábrica de Chocolate’.
Pero esta fecha también contó con el apoyo de los Estados Unidos, y todo por una casualidad de lo más cremosa. ¡Ese mismo día también nació Milton S. Hershey! Por si no lo sabías, es el fundador y dueño de la Compañía de Chocolates Hershey.
Y como te puedes imaginar, celebrar el Día Internacional del Chocolate es bastante sencillo en Madrid. Solo se requiere un poco de creatividad y muchas ganas de ponerse las botas…
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Cacao Sampaka
El paraíso chocolatero de la capital madrileña tiene un nombre: Cacao Sampaka. ¿Nunca lo has visitado? Te advertimos que eso puede ser pecado…
Tienes que saber que te estás perdiendo un lugar encantador para saborear las mejores trufas de Madrid, además de otros productos que tienen al chocolate como protagonista indiscutible.
Sus trufas están llenas de contrastes. Al morderlas notarás el sutil rebozado exterior, luego su crujiente cobertura y finalmente, el cremoso interior. Unos clásicos puestos al día que renuevan la mejor tradición chocolatera.
Esta tienda surge para dar a conocer la cultura del cacao y ofrecer la posibilidad de disfrutarlo en múltiples variedades. Encontrarás cacao de diferentes procedencias y con combinaciones de lo más originales. Por ejemplo, tienen un chocolate blanco con té matcha y otro chocolate con flor de Jamaica.
Además de la tienda física y online, también tienen cafetería. Un lugar ideal para degustar su chocolate caliente casero y una amplia sección con productos sin azúcares añadidos.
Se localiza en la calle de Orellana 4, en Alonso Martínez.
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Moulin Chocolat
Para todos aquellos a los que no les importaría morir comiendo chocolate: no te pierdas Moulin Chocolat.
Ricardo Vélez es el chef pastelero de este local, un auténtico maestro de la pastelería, pero más aún del chocolate. Y no lo decimos únicamente nosotros, sino que lo avala una larga lista de premios.
Las trufas de Moulin Chocolat, llamadas por ellos mismos ‘esferas exquisitas’, son un auténtico espectáculo para el paladar. No pueden esconder su pasión por el chocolate y quieren que tú también disfrutes de estos pequeños pecados dulces.
Tienen cuatro sabores diferentes: frambuesa, café, extra noche y D’or. Todas han sido diseñadas con gran delicadeza, buscando un cromatismo que te permita encontrar la que mejor encaja con tu paladar.
Tampoco tienen desperdicio sus turrones artesanos. Todos son elaborados de forma totalmente artesanal, a base de los mejores chocolates Valrhona. Crujientes o cremosos, de menor a mayor intensidad de cacao.
Los encontrarás en versión almendrada, de chocolate blanco con frutos rojos, de praliné Piamonte, de café y pasas, de manzana y canela, de caramelo y macadamia y de naranja siciliana y crujiente.
Si esto no te convence, un croissant lo hará seguro. ¿Cuál es su secreto? Masa de toda la vida y un pequeño toque personal: la capa de oro negro con crocanti que abriga esta delicia. También los tienen desnudos, sin chocolate, pero nuestra recomendación es probar el combo completo.
Se sitúa en la calle de Alcalá 77, justo al lado de la Puerta de Alcalá.
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La tarta de chocolate
Jorge Martín y Clara Gil trabajaban en el sector del marketing turístico, pero tuvieron que reinventarse a causa de la pandemia. ¿Y cómo lo hicieron? Repletos de chocolate.
Adictos a probar tartas de chocolate de todo el mundo, no lograban dar con una que les gustase por completo. Entonces empezaron a ver recetas y, tras hacer más de 100 pruebas, dieron con la ‘fórmula’ de su original tarta.
Está compuesta por puro chocolate 70% con un corazón cremoso, un interior consistente y una tiernísima cobertura. Nunca desvelan el chocolate que emplean, sólo aseguran que es caro y excelente.
En enero de 2021 comenzaron a vender también a través de la web y, a base de escuchar a los clientes, van perfilando su producto. Por si te interesa, han sacado un tamaño para cuatro personas que funciona de maravilla.
Combinan el chocolate con avellana, pistacho, galleta y con muchísimas delicias más. Además, cuidan mucho el packaging con el que envían las tartas. ¡Puedes adquirirla desde 19€!
Se ubica en la calle de Alcalá 89, entre las paradas de Retiro y Príncipe de Vergara.
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Chocolala Belga
En Chocolala Belga tienen en la cocina a un auténtico maestro chocolatero de Gante: el gran Paul Hector Bossier, dedicado al mundo del chocolate desde pequeño.
Lo más curioso de todo es que a Paul Hector no le gusta el cacao. Sí, sí, como lo lees. El sustituto de Willy Wonka elabora uno de los mejores chocolates de la capital, pero no es de su agrado.
En Chocolala Belga todo está creado de manera totalmente artesanal, elaborando los productos diariamente. Su tienda es modesta, él mismo envuelve los paquetes y los serigrafía después del proceso de transformación en tabletas, bombones o famosas trufas de diferentes rellenos.
El olor embriagador de su tienda te debería llevar directamente a sus productos más destacados: trufas de cerveza belga, de mousse de cava y de naranja.
Su materia prima procede de República Dominicana y Costa de Marfil, pasando por Gante (Bélgica), donde se transforma en pasta de cacao para enviarse hasta la capital.
Se encuentra en la calle del Bonetillo 1, entre Ópera y la Plaza Mayor.
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Pastelería Nunos
José Fernández-Ramos es el maestro pastelero, experto en chocolates y propietario de este establecimiento marcado por la originalidad y el saber hacer.
Además de huevos de Pascua, de su obrador salen increíbles monas que pueden llevar entre dos y tres días de trabajo. Su éxito es tal que incluso les llaman desde otras comunidades autónomas para hacer encargos.
Para trabajar las dulces esculturas utilizan cacao procedente de Ecuador, mucho más fluido que la mayoría. Sin embargo, también emplean otros más exquisitos, de origen, como el de Madagascar o Venezuela.
Han llegado a reproducir el castillo de El señor de los anillos y un bólido de Fórmula 1. Siempre se dejan llevar por la creatividad, pero también tienen presente que las modas tiran mucho. Por ejemplo, cuando salió el juego de Pokemon, Picachu se puso de moda y vendieron muchísimos ejemplares.
¿Algo que nunca pasa de moda? Los adornos típicos, como huevos y conejos.
Se ubica en la calle de Narváez 63, al lado de la parada de metro de Ibiza.
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24 onzas
Carmen Capote estudió Finanzas y trabajó en algunas multinacionales, pero aquello no era lo suyo. Un día lo dejó todo y se inscribió en ‘Le Cordon Bleu’ de París para meterse en una cocina.
Un mes antes del estado de alarma que nos cambió la vida, allá por febrero de 2020, inauguró su propio obrador con tienda incluida. ¿Las marcas de la casa? Los bombones, las trufas y los lingotes de chocolate premium.
Hoy nos quedamos con sus excelentes bolitas de ganache. El surtido de trufas se puede comprar en cajas de 12 ó 24, saliendo la primera por 16’50€ y la segunda por 28’60€. Tienen seis sabores diferentes y dos trufas de cada sabor.
También trabajan bajo encargo para clientes que no toman azúcar, son veganos o necesitan productos sin lactosa. Ya no tienes excusa para dejar de visitar este maravilloso lugar.
Tienen dos locales abiertos en la capital: uno en la calle de Espartinas 6, en Príncipe de Vergara; y otro en la calle de Zurbano 54, al lado de Rubén Darío.
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