Instan a la pizzería que abrirá en Albufera 33 a conservar los azulejos hallados, de interés histórico

El Ayuntamiento de Madrid ha enviado un requerimiento a la pizzería a abrir en el número 33 de la avenida de la Albufera, frente a la sede de la Junta Municipal de Puente de Vallecas, para que conserve los azulejos hallados bajo un falso muro por su “claro interés histórico”.

El director general de Patrimonio Cultural, Luis Lafuente, ha contestado, a una pregunta de la concejala socialista Mar Espinar en la comisión del ramo, que se ha enviado un requerimiento a la promotora de las obras “para que proceda a la conservación de las piezas de azulejo en el exterior del edificio en la actual ubicación, que sería lo deseable, y si no en el interior”. El Ayuntamiento también ha ofrecido su colaboración y la del Museo de Historia.

Mar Espinar ha llevado a la comisión los azulejos encontrados en una obra en la vallecana avenida de la Albufera. Distintas asociaciones y colectivos han pedido la protección de los paneles, que se encuentran “en un estado de conservación maravilloso al haber estado ocultos en falsos muros”. La edil instaba a que los azulejos formen parte del nuevo negocio a abrir, una pizzería, y que sean protegidos como se viene haciendo con la gráfica comercial de establecimientos centenarios.

Fue el pasado 2 de noviembre cuando la asociación vecinal Carlota-Numancia se puso en contacto con el área para informales de la aparición de tres placas de cerámica, una veintena de azulejos, para los que pedían protección. Son de tipo comercial y se pueden leer en ellos las palabras ’embutidos’ y ‘licores’ a cada lado de la puerta.

“Tienen interés histórico”, ha afirmado Lafuente, que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que sean una muestra de la Escuela Ceramista Vallecana. Una segunda placa encontrada reza ‘avenida Alfonso XIII’ en la que hoy es la de la Albufera. “Es uno de los pocos elementos en Vallecas en honor al rey, posiblemente por la llegada del Metro a Vallecas, y es digna de protección”, ha indicado el director de Patrimonio Cultural.

Las piezas de cerámica están “algo sucias” pero “la parte central es recuperable”. No estaban incluidas en el catálogo municipal y podían estar ocultas desde los años 60.