La Arepa reta al bocadillo de calamares: quiere convertirse en patrimonio gastronómico de Madrid

La Ruta de la Arepa ha iniciado ya los trámites ante la Comunidad de Madrid de cara a la solicitud de reconocimiento de la arepa como bien de interés cultural.

La arepa no será nuestro bocadillo pero va ganando terreno en Madrid entre la tradición y los versiones más contemporáneas, a pesar de que su éxito se haya ido cosechando en estos últimos años. De hecho, hay una de calamares en la nueva ruta que homenajea este bocado hispanoamericano que lo aguanta ‘casi’ todo. El cocido en dos o tres vuelcos, el bocata de calamares, los callos… y ahora el creador de esta iniciativa también quiere que la arepa forme parte del patrimonio culinario de la región.

De hecho, han solicitado su estatus como Bien de Interés Cultural Intangible ante la Comunidad de Madrid y durante 2023 llevarán a cabo una campaña de recolección de firmas para dar más fuerza a esta solicitud.

La Ruta de la Arepa, que vuelve este año a la capital, va en camino de convertirse en patrimonio gastronómico de la región. “Desde La Ruta, hemos solicitado que la arepa sea tomada en cuenta para formar parte del patrimonio gastronómico de la Comunidad de Madrid, por el impacto que ha tenido en la cultura, la gastronomía y el tejido productivo de la región”, según ha explicado Ernesto Lotitto, creador de La Ruta de la Arepa.

¿QUÉ TIENE LA AREPA PARA CONVERTIRSE EN PATRIMONIO GASTRONÓMICO?

La arepa es uno de los grandes descubrimientos de la gastronomía mundial, y prueba de ello es que la capital lleva varios años rindiendo culto a esta popular receta. Desde la Ruta de la Arepa quieren convertir este plato en patrimonio gastronómico y pretenden convencer a los vecinos de la capital de las cualidades que tiene esta receta para que esté en la misma lista que el bocata de calamares.

Según el creador de la ruta, uno de los motivos por los que la arepa debe considerarse patrimonio gastronómico se debe a que “la sencillez y versatilidad de la arepa la han llevado a convertirse en “bandera” gastronómica y motor de emprendimiento, más allá de fronteras y nacionalidades. Una torta de masa a base de maíz de forma circular, sin gluten, que se come como plato principal o guarnición, sola o rellena, y en el desayuno, la comida o la cena y que amalgama lo mejor de la gastronomía hispanoamericana e internacional”.

Además, han insistido en que el alimento en sí representa un concepto de integración: “la arepa es un lienzo en blanco que integra nacionalidades y culturas”. No hay duda de que esta receta es un referente de la alimentación “latina”, la cual ofrece todo tipo de productos para hacerlas y rellenarlas con el mejor sabor. En esta Ruta de la Arepa, la receta intenta hacerse con un hueco en la lista del patrimonio gastronómico de la Comunidad de Madrid.

RESTAURANTES PARTICIPANTES

Un festival gastronómico abierto a la ciudad, en el que restaurantes de la capital servirán su propia versión, urbana e internacional, de este plato universal. Un festival en el que la cultura local se integra a la perfección con las propuestas internacionales, al más puro estilo madrileño.

Un buen ejemplo de esta gastronomía madrileña de fusión es la propuesta que hacen desde Casa Jaguar: una arepa de calamares que hace honor al famoso bocadillo capitalino y crea una sinergia perfecta entre la tradición local y la importada.

Los restaurantes participantes en esta iniciativa aprovechan la versatilidad de la arepa para crear propuestas innovadoras y platos únicos, que enlazan la tradición y la vanguardia, con la creatividad como única barrera. Algunos de estos restaurantes son Casa Jaguar (c/Caños del Peral; Puesto 17; Mercado San Fernando), Tío Papelón (C. de Preciados, 40), Domi La Latina (Cost. de San Andrés, 10), Bombini (Mercado de Prosperidad), Gramabar (calle Cruz 19), 212 Bistro (C. de Alcalá, 196), Macuto (C. del Espíritu Santo, 40), Con sazón (c/ Marquez 16; c/ Cerro del Monte 1; c/ Fátima 2), La Arepera (Gran Vía, San Ildefonso, Sol y Salamanca)…