El precio medio de la vivienda en alquiler en la Comunidad de Madrid en noviembre se situó en 12,65 euros por metro cuadrado, situándose a la cabeza a nivel nacional, con una subida interanual del 1,44%.
De este modo, el precio del alquiler continúa en ascenso en la región con un incremento mensual del 2,96%, el segundo más intenso del país, según el informe mensual elaborado por pisos.com.
La Comunidad se sitúa así como la región con la mensualidad más cara para los inquilinos, por delante de Baleares (11,37 euros por metro cuadrado), y por delante de la media a nivel nacional, que se situó en 9,91 euros, con una subida mensual del 0,41% y una caída interanual del 0,08%.
Por su parte, la ciudad de Madrid marcó un precio medio en noviembre de 15,38 euros por metro cuadrado, la tercera más cara del país, aunque con una bajada del 2,89% respecto al mismo mes del año anterior. No obstante, el precio del alquiler de la capital ha experimentado la octava subida más intensa a nivel nacional en el último mes, con un incremento del 2,63% respecto al mes de octubre.
El director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, “el poder de autorregulación del arrendamiento ha quedado demostrado, aunque quizá no en la medida del poder adquisitivo de las familias“.
En este sentido, el experto ha indicado que la inflación, en su nivel más alto desde septiembre de 1992, podría hacer que las rentas cambiaran su signo. “Los contratos referenciados al IPC a los que les toque ser renovados, podrían subir la mensualidad a los inquilinos, justo en un momento en el que la demanda tiene más dificultades para llegar a fin de mes debido al encarecimiento general de bienes y servicios, sobre todo, de la energía y de la alimentación”, ha explicado Font.
Por otro lado, ha apuntado que la subida del precio de la vivienda en venta podría favorecer el repunte de las rentas, dado que “es el camino que podrían tomar los que ahora están comprando con la intención de poner esa propiedad en alquiler”. “De este modo, blindarían la rentabilidad del activo”, ha indicado el directivo.
En cualquier caso, Font ha explicado que “muchos propietarios preferirán mantener el precio a subirlo si el inquilino que habita la vivienda es un pagador puntual, ya que al temor a no recuperar su casa en tiempo y forma se une la posibilidad de que la casa tarde en volver a ser alquilada o a que el inquilino que venga detrás no se ajuste al perfil deseado”.
