La capital madrileña cuenta con uno de los espacios naturales más bonitos de toda España, el Real Jardín Botánico. Se trata de un amplio espacio situado frente al Museo del Prado que se puede visitar durante todas las épocas del año. Cuenta con más de 5.000 especies de plantas vivas y cerca de 10.000 dibujos de interesantes colecciones.
Sin embargo, el jardín no siempre estuvo ubicado en el Paseo del Prado. En 1755, Fernando VI decidió crear un jardín botánico a las orillas del Manzanares en donde coleccionar plantas que traía de sus múltiples viajes por Europa y España. El Jardín Botánico se convirtió en uno de los centros de estudios más importantes del mundo, con una fabulosa biblioteca y una gran actividad científica.
Fue Carlos III, quien en 1774 decidió trasladarlo con la ayuda del arquitecto Juan Villanueva y Sabatini, cuyo plan arquitectónico incluía 3 terrazas escalonadas, emparrados y un invernadero. Se convirtió en uno de los lugares preferidos de paseo del rey, en donde además se planificaban expediciones científicas sobre la vegetación de Filipinas y de las Américas.
El Jardín Botánico tal y como lo conocemos ahora no ha sido siempre así. A principios del siglo XIX, durante la Guerra de la Independencia, fue abandonado y dejo de tener la importancia que hasta el momento tenía. Tuvieron que pasar varios años hasta que “recobró la vida” gracias a la construcción de un zoológico en su interior.
UN ZOO EN SU INTERIOR
Este pequeño zoológico fue instalado en 1857 bajo el nombre de Casa de Fieras, albergando multitud de especies como canguros, ciervos, puercoespines y pavos reales entre otros. Respecto al invernadero, en su época se calentaba mediante el empleo de estiércol como combustible.
Dos de sus hectáreas se perdieron tras la remodelación de Atocha llevada a cabo en 1882 y centenares de especies, en total 564 árboles, se vieron afectadas por el ciclón que sufrió Madrid en 1886. La colección ha ido creciendo a lo largo de la historia por distintos motivos, entre los que destaca, la donación en 1996 de la colección de bonsáis del expresidente del gobierno Felipe González.
Durante la navidad, los jardines se adornan de miles de luces de todos los colores que crean un ambiente mágico con suaves sintonías de fondo. La conocida como Naturaleza Encendida Explorium tiene lugar del 2 de noviembre al 16 de enero.
La edición de este año 2021 alberga como novedad una actividad inmersiva en diferentes pabellones en los que se puede realizar un recorrido visual y sonoro de diferentes especies vegetales. El visitante, puede realizar un paseo por un circuito en el que se estimulan los cinco sentidos y se traslada a la propia selva repleta de plantas y flores nunca vistas.
La visita se puede realizar por libre o a través de itinerarios autoguiados que se pueden reservar a través de la web. El Real Jardín Botánico abre en los meses de noviembre a febrero todos los días de 10 a 18 h. En los meses de mayo hasta agosto el horario cambia de 10 a 21 h. Desde Marzo hasta octubre de 10 a 19 h. Por último, abril y septiembre abre de 10 a 20 h.
Su precio económico de 4 euros convierten el Real Jardín Botánico en la escapada perfecta para adentrarse entre las especies más exóticas y trasladarse a lugares idílicos sin moverse de la capital. Se trata de un pulmón en el centro de la capital que transmite paz y tranquilidad entre el caos de la ciudad que nunca duerme.
