La Dehesa de la Villa: un bosque de nueve siglos en medio de la capital

La naturaleza se convirtió en un refugio durante los meses posteriores al duro confinamiento. Lo que muchos no saben es que no hace falta irse muy lejos de la capital para poder disfrutar de todo un bosque. La Dehesa de la Villa ofrece todas las ventajas de un lugar natural virgen, muy cerca del ajetreo de la ciudad.

Descubre la historia de este parque que nació como la gran despensa de Madrid y hoy es un lugar de recreo donde huir del ruido de la gran ciudad. Recorre sus caminos y anímate a disfrutar de la naturaleza.

UN REGALO A LA VILLA DE MADRID

El origen de la Dehesa de la Villa hay que fecharlo en tiempos del rey Alfonso VII De León. Este monarca, conocido como “Emperador de toda España”, quiso agradecerle a Madrid su apoyo y lealtad en la contienda contra los árabes.

Por este motivo, en el año 1152, Alfonso de León le regaló a la Villa de Madrid unos terrenos que se encontraban en una colina en las afueras de la ciudad. Hoy se encuentra prácticamente en el centro de la misma, en el distrito Moncloa-Aravaca.

Dehesa de la Villa
Alfonso VII de León

Estos terrenos median unas 1.000 hectáreas en total. Su característica más importante es que esta tierra estaba recubierta de encinas. Durante varios siglos, los reyes españoles utilizaban la Dehesa de la Villa como coto de caza.

LA GRAN DESPENSA DE MADRID

Con el tiempo, la Dehesa de la Villa fue tomando distintos usos. A finales del siglo XV, las encinas empezaron a desaparecer. Estos terrenos se dedicaron al pastoreo. Aquí se alimentaba el ganado que luego servía para abastecer de carne a la Villa de Madrid.

Ya cuando Carlos I se convirtió en rey, más de la mitad de la Dehesa de la Villa se utilizaba también para el cultivo agrícola. Debido a estas actividades, este gran parque se cerró al público para poder ser explotado.

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Dehesa de la Villa

Pero no solo eso. La Dehesa de la Villa se utilizó para financiar las grandes obras que convertiría Madrid en una importante capital europea.

Para poder financiar el gran desembolso de dinero que suponía el traslado de toda la corte a Madrid cuando se convirtió en capital, se pensó en una solución muy curiosa. Fernando VI vendió parte de estos terrenos y gracias a este dinero se llegó a pagar hasta el mismo Palacio Real.

LA HISTORIA DE MADRID PASA POR LA DEHESA DE LA VILLA

Este parque, desconocido para muchos, es parte esencial de la historia de Madrid. Por aquí han pasado parte de los grandes acontecimientos que cambiaron para siempre la vida de los madrileños.

El 11 de mayo de 1860, el ejército de camino a África hizo noche en Madrid. Durante dos días enteros acamparon en la Dehesa de la Villa. Un año después, el Ayuntamiento vendió parte del terreno para construir un manicomio que nunca se llegó a hacer.

Dehesa de la Villa

A principios del siglo XX, los madrileños acudían a este bosque urbano a celebrar el 1 de mayo, Día del Trabajo. Cuando se abrió la Casa de Campo al público, en el año 1931, esta celebración se trasladó allí.

Pero si algo cambió para siempre el destino de la Dehesa de la Villa, eso sin duda fue la construcción en 1929 de la Ciudad Universitaria. Un total de 320 hectáreas de terreno se destinaron a la creación de este gran campus del saber. La llegada de la Guerra Civil a la capital retrasaría todo, convirtiendo este bosque en una de las líneas defensivas más importantes de España.

IMPORTANTE RESERVA DE FLORA Y FAUNA

Para disfrutar de la Dehesa de la Villa, existen numerosas rutas senderistas que te permitirán descubrir todos los secretos que esconde este bosque en mitad de la gran ciudad.

En sus orígenes, esta dehesa madrileña estaba repleta de encinas. Con el tiempo, este árbol ha ido desapareciendo. Cuando Isabel II subió al trono, se inició una reforestación con pinos. Hoy es el árbol más común del parque, que está lleno de grandes pinares.

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Ardilla roja

Hoy en día es un bosque prácticamente virgen donde poder huir de la ciudad. Sin duda esta es la característica que hace diferente a la Dehesa de la Villa del resto de parques de Madrid.

La ardilla roja es la vecina más popular de este parque madrileño. No es difícil encontrarse merodeando por la dehesa o saltando entre los árboles a este pequeño roedor. También podrás disfrutar de numerosas aves.

LA DEHESA DE LA VILLA, HERIDA POR LAS LLAMAS

La Dehesa de la Villa hoy está pasando por unos duros momentos. En poco más de tres días, este bosque madrileño ha sufrido dos importantes incendios que han calcinado varias hectáreas de la misma.

En la madrugada del domingo 18 de julio, los vecinos de Moncloa avistaron una gran columna de humo. En seguida, nueve dotaciones de bomberos se trasladaron al lugar. Solo un día después, el lunes 19 de julio, un nuevo incendio se desataba en el mismo lugar.

El calor de esta época del año es uno de los grandes factores de riesgo que aumentan el riesgo del incendio. Además, en la Dehesa de la Villa seguían amontonados los restos de ramas secas y troncos que Filomena destrozó a su paso de la capital.

La pérdida que supone un incendio es algo inconmensurable. Ojalá este parque con más de nueve siglos recupere su esplendor y los madrileños puedan volver a disfrutar más pronto que tarde de su querida Dehesa de la Villa.