Un tetris, una tostadora… así el edificio más raro de Madrid por dentro

El edificio más raro de Madrid se encuentra en Sanchinarro. Se trata de ‘El Mirador’, un inmueble inaugurado en 2005 que representa la postmodernidad en su máximo esplendor. Esta singular construcción recuerda a una fachada construida con piezas lego que se diferencian de forma cromática. El edificio más raro de Madrid se trata de una ciudad vertical que crea una ilusión de que el edificio funciona como metáfora de ciudad con calles, con plazas, con barrios delimitados por colores. Un tetris, un bloque de bloques, una tostadora… toda la imaginación cabe en este original edificio del norte de Madrid.

Si algo destaca nada más ver el inmueble es el extraño hueco rectangular que tiene en la mitad superior del edificio. Se trata de un hueco vallado que alberga un jardín comunitario con césped artificial y tres bancos circulares naranjas en los que te puedes sentar a modo de jacuzzi sin agua. Además, desde esta terraza a 35 metros de altura se tiene unas vistas privilegiadas a la sierra de Guadarrama por lo que se ha decidido llamar a este edificio ‘El Mirador’.

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Pero la originalidad de ‘El Mirador’ no solo se puede admirar en su fachada, sino también en el interior que se trata una antología de distintos acabados, todo una oda al pastiche que refuerza la idea de la postmodernidad. Dentro del edificio yacen 155 viviendas laberínticas y geométricas de color negro, gris, blanco y naranja que responden a la estética exterior del edificio.

‘El Mirador’ alberga 21 plantas de las que se pueden subir y bajar por medio de escaleras naranjas que desembocan a modo de tobogán en la calle Princesa de Éboli, vía en la que se ubica este singular espacio. Las escaleras interiores cambian de color, son negras y están dispuestas en diagonal comunicando las terrazas y viviendas del espacio.

Ubicado en el barrio de Valdefuentes en el distrito de Hortaleza, se trata de un bloque de viviendas de arquitectura desarrollado por el estudio de arquitectura neerlandés MVRDV, en colaboración con la arquitecta madrileña Blanca Lleó. Este estudio produce diseños y estudios en los campos de la arquitectura, el urbanismo y el diseño del paisaje tales como el complejo Silodam en Amsterdam o el Pabellón Neerlandés en la Expo 2000 de Hannover.

EL EDIFICIO DE LAS LUCES Y SOMBRAS

Este singular edificio que yace en el norte de la capital ha sido objeto de múltiples críticas. Lo que para algunos es un tesoro, para otros es una obra brutalista de dudoso gusto estético. ‘El Mirador’ desata opiniones de todo tipo, luces y sombras recaen sobre esta obra arquitectónica que sin duda llama la atención.

El violento contraste con los edificios de la zona y las quejas vecinales sobre la funcionalidad del edificio han sido el blanco de las críticas de ‘El Mirador’. Algunos de sus habitantes e inquilinos se quejaban de las fuertes corrientes de aire que se suceden en últimas plantas del edificio.

Sin embargo, 16 años después de la inauguración de este edificio, son muchos los curiosos que se quedan atónitos ante este edificio que preside una de las plaza neurálgicas de Sanchinarro. Arquitectos y expertos en edificación coinciden en que se trata de una obra muy original que representa una corriente postmoderna difícil de encontrar en la ciudad.