Los establecimientos han sido obligados a reinventarse tras haberse quedado sin su oferta ‘dinner show’, es decir, la famosa cena con copas mientras se contempla un espectáculo. Por ello, los sitios de moda nocturnos se apuntan al llamado ‘afterwork’.
Lo que se lleva ahora -obligatoriamente, quieras o no- es la música resonando desde una comida tardía. Esto puede extenderse durante horas, hasta más allá de la merienda, gracias a la oferta coctelera más atractiva y visual.
¡El tardeo manda en la capital!
Inclán Brutal Bar
En este literario local reinaugurado tras la pandemia se ha reunido lo mejor de cada casa, con personal venido de Ramsés, Angelita o incluso de fogones con estrella Michelin.
La idea es ofrecer un refugio donde se coma y se beba igual de bien, porque normalmente las dos cosas bien hechas no se suelen dar a la vez. Así es esta propuesta canalla de precios populares, pues el ticket medio no suele superar los 25€.
Pretenden ser un espacio divertido y distendido con música en vivo, donde la gente se olvide por unas horas del ruido mental y se lo pase bien. Además, su amable personal se disfraza en fiestas temáticas y todo se controla gracias a mamparas que separan a los comensales.
Aquí los cócteles también son para beber con los ojos, con un apartado dedicado a la exótica Roku Gin y un mono que te traslada a Cuba con cada sorbo de sabor a coco. Está teniendo tanto éxito que hasta cuesta reservar. Y no es de extrañar, porque está todo bruta: prueba sus zamburiñas.
Se encuentra en la calle de Álvarez Gato 4, al lado de la Puerta del Sol. Su horario es de 13:00 a 21:00 horas.
